El viento sopla
atreves de la ventana;
y solo lo veo
no dice nada
ya ni tu olor se escucha.
Solo
(bueno no tanto, si me miro en el espejo)
andando sin horizontes
en un camino,
rebosante de carbón encendido
mi corazón navega.
Ya que él,
intragable amigo ya es;(el sufrimiento)
ese sabor tan putrefacto
ya ceo que me he acostumbrado.
La luz de las penas
me ilumina,
se ve todo negro
que me corta con ese manto,
la caída de ese rayo,
única gloria;
ya de este esqueleto.
Y la felicidad;
ya me despojaste de tus sabores…
(responde)
la tristeza tu perversa hermana
junto con la soledad
tu prima siempre desdichada,
me apuñalan el alma,
perforan mi ser.
Ya ni esta vida me alivia;
(porque se necesita mas valor para sufrir que para morir,
Y no quiero sufrir);
hoy me gusta la vida mucho menos,
cada respirar
me asfixia,
me ahoga,
ya no ya no puedo…
“Ayúdenme que me muero”.
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